Oriente Medio al «borde de la guerra», el oro alcanza un récord mensual a la espera de la Fed

El precio del oro se mantuvo firme en los máximos de una semana alcanzados el miércoles en Londres y se encaminó hacia un nuevo récord mensual, mientras las bolsas subían a la espera de la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. sobre los tipos de interés del dólar.

 
La subida de las bolsas se produjo a pesar de los ataques aéreos en Beirut y Teherán, atribuidos a Israel y contra objetivos respaldados por Irán, que acabaron con la vida del principal comandante de Hezbolá en Líbano y del líder de Hamás en Gaza, lo que amenaza con una guerra más amplia en Oriente Próximo.
 
Las materias primas industriales revirtieron la caída de ayer del cobre y el petróleo después de que los nuevos datos chinos dijeran que la actividad de las fábricas y el sector servicios de la segunda mayor economía del mundo se mantuvieron prácticamente sin cambios este mes con respecto a junio en las encuestas PMI de la NBS.
 
El oro subió en todas las divisas excepto en el yen japonés, que alcanzó máximos de 19 semanas frente al dólar después de que el Banco de Japón elevara los tipos de interés de Tokio al 0,25% anual, el nivel más alto en 15 años, y prometiera reducir a la mitad el ritmo de compra de bonos públicos a principios de 2026.
 
Al igual que los lingotes de oro en dólares, yuanes, euros y libras esterlinas, los precios de la plata también alcanzaron su nivel más alto en una semana, hasta 28,75 dólares por onza troy, recuperándose un 5,2% desde el mínimo de 2,5 meses registrado el lunes.
 

 
El crudo también subió, revirtiendo la caída del 1% de ayer en el Brent, la referencia europea, pero encaminándose a una pérdida de 5 dólares en todo julio a 80 dólares por barril, su cierre mensual más bajo en lo que va de 2024.
 
El oro, que se cotizaba a 2.420 $ la onza troy, registró una subida de 90 $ desde finales de junio, ganando un 3,8% y dirigiéndose hacia un nuevo récord mensual.
 
El cobre, por su parte, repuntó desde mínimos de 4 meses, pero se encamina a su cierre mensual más débil desde marzo, con una caída de más de 1/5 desde el máximo histórico de mediados de mayo.
 
El miércoles, Israel no asumió oficialmente la responsabilidad por el asesinato de Fuad Shukr o Ismail Haniyeh, pero la CBS afirma que Estados Unidos considera que Tel Aviv ordenó ambos ataques, «llevando a Oriente Medio al borde de una guerra regional», según el diario israelí Haaretz.
 
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Washington negó cualquier conocimiento previo de los ataques, mientras que Berlín y Moscú pidieron por separado a todas las partes que «actuaran con la máxima moderación».
 
La dirección teocrática de Irán prometió un «duro castigo» por el atentado de Teherán, en el que murió el «valiente líder» de Hamás tras asistir a la toma de posesión del nuevo presidente «reformista» iraní, Masoud Pezeshkian.
 
Entretanto, la Oficina de Prensa del Gobierno israelí publicó y luego borró un post de su cuenta de Facebook con la palabra «eliminado» escrita sobre el rostro de Haniyeh en grandes letras negras.
 
El Banco Central de Japón parece haber filtrado su decisión durante la noche, ya que el diario Nikkei afirmaba a las 2 de la madrugada en Tokio que el BoJ estaba «considerando» exactamente los «agresivos» cambios de política anunciados 11 horas después.
 
«En general, unos tipos más altos beneficiarán a los hogares», citaba el Nikkei a una “fuente” del BoJ.
 
La bolsa de Tokio abrió el día con una caída del 1,1%, pero luego se recuperó y subió con fuerza tras los comentarios alcistas sobre la decisión política del Gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, y terminó el miércoles con una subida del 1,5% para situarse a un 5% del nuevo máximo histórico de mediados de julio.
 
Los fondos de cobertura y otros operadores especulativos ya habían «retirado masivamente sus apuestas bajistas» contra el yen, según una nota del martes de los analistas del gigante bancario suizo UBS.
 
Las autoridades de Tokio, incluido el Banco de Japón -que ahora posee más de la mitad de toda la deuda del gobierno central de la nación después de décadas de compra masiva de bonos QE- tal vez gastaron 40.000 millones de dólares de fondos públicos comprando el yen para impulsarlo al alza este mes desde nuevos mínimos de 4 décadas, dice la agencia de noticias Reuters.
 
Mientras tanto, los futuros de renta variable de Nueva York subieron un 1,1% antes de la apertura del miércoles, más que revirtiendo la caída del 0,5% de ayer en el índice S&P500 antes de más informes de ganancias de megatecnología.
 
Desde el 10 de julio, cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo al Congreso que se prepara para recortar los tipos de interés -una medida que no se espera en la reunión de hoy-, los llamados Siete Magníficos han perdido 2,6 billones de dólares en valor bursátil, liderados por una caída de casi 1/4 en el fabricante de chips de IA Nvidia (Nasdaq: NVDA).
 
Las ventas de los «Siete Magníficos» se aceleraron el pasado miércoles debido a los débiles resultados trimestrales de la marca de coches eléctricos Tesla (Nasdaq: TSLA) y a las dudas sobre el valor de las inversiones en inteligencia artificial realizadas por el gigante de las búsquedas Alphabet (Nasdaq: GOOG).
 
Las acciones de Microsoft (Nasdaq: MSFT) cayeron aún más anoche tras presentar unos ingresos por computación en la nube y almacenamiento de datos inferiores a los esperados, pero se esperaba que los 7 Magníficos repuntaran el miércoles, liderados por NVDA, después de que el gigante del software hablara de sus planes para seguir invirtiendo en IA.
 
Meta (Nasdaq: META), propietaria de Facebook, publicará hoy sus resultados del segundo trimestre, al mismo tiempo que la Reserva Federal hace su declaración sobre los tipos de interés de julio. El jueves se publicarán los resultados trimestrales de Apple (Nasdaq: AAPL) y Amazon (Nasdaq: AMZN).
 
El oro cotizado en dólares estadounidenses se ha mantenido sin cambios en torno a los 2.400 dólares por onza troy desde los comentarios «moderados» del presidente Powell ante el Congreso hace 3 semanas, mientras que los precios de los bonos han subido, haciendo que los rendimientos del Tesoro a 10 años bajen del 4,30% al 4,15% anual.
 
Los metales industriales como el cobre, el aluminio y el acero se han hundido un 10% o más, pero la criptomoneda Bitcoin ha subido casi un 15%.