Bancos centrales de suiza y rusa debaten la compra de metales
Los bancos centrales de Rusia y Suiza están sopesando las ventajas de comprar oro y otros metales preciosos, pero por razones muy diferentes.
Directores del Banco Central ruso, que aloja la quinta reserva oficial de oro más grande del mundo, planean reunirse con oficiales de Sudáfrica (principal productor de platino), para barajar la posibilidad de realizar compras de platino y paladio en el mercado abierto para dar soporte a los precios, según informa un oficial del Kremlin.
Gokhran, el almacén de metales y gemas de Moscú, ya alberga cantidades no registradas de paladio. Rusia es el principal productor minero de paladio en la actualidad. El director de Gokhran, Andrey Yurin, volvió a comentar el mes pasado lo que ya hizo en mayo sobre volver a comprar paladio en 2015, después de haberse centrado en comprar oro este año.
"El paladio no es una reserva de oro y divisas", dijo el minero ruso de Norlsk, Vladimir Potanin esta primavera cuando Gokhran dio pistas sobre la posibilidad de comprar el metal precioso. "Debería ser vendido en lugar de comprado por el estado... Podríamos ayudar, y no solo comprando esos volúmenes, sino además promocionando la venta".
Se rumorea que Norilsk está reuniendo el capital para comprar paladio del gobierno ruso, pero la información no ha sido confirmada por la empresa minera ni por el banco central ruso.
El profesor estadounidense de derecho, Harry First, comenta que es posible que lo hagan en declaraciones a la publicación online especializada Mineweb. Al parecer, la intención sería la de impulsar los precios de los metales después de que el platino y el paladio tocaran mínimos de varios años en el mercado abierto. Sin embargo, tal movimiento se encontraría con una fuerte oposición de los consumidores del PGM (grupo del platino) liderados por los fabricantes automovilísticos y, sobre todo, en China.
Entre los dos, Rusia y Sudáfrica son responsables del 80% de las reservas mundiales del grupo del platino todavía sin minar.
Pero, "esto podría terminar siendo un desastre", añade First.
Mientras tanto, el Banco Nacional Suizo se enfrenta al voto popular sobre la compra de oro, que tiene como objetivo readmitir el respaldo del franco en metal, pero está haciendo campaña en contra del movimiento.
Los votantes suizos aprobaron en 1999 el fin de los requerimientos legales de las reservas de oro respaldando el valor del franco y aprobaron grandes ventas al comienzo de lo que fueron los precios más bajos en dos décadas, un 70% por debajo de los precios actuales.
Para asegurarse un puesto en el próximo referéndum suizo previsto para el 30 de noviembre, la plataforma "Salven nuestro oro suizo" reunió más de 100.000 firmas en una petición. Su propuesta pone en riesgo la habilidad del banco central de asegurar la estabilidad de precios y un crecimiento estable de la economía, según expresó el martes la ministra de finanzas suiza, Eveline Widmer-Schlump. Peter Hegglin, presidente de la Conferencia de Directores Cantonales de Finanzas (CDF) también se unió al presidente del BNS, Thomas Jordan, para apoyar el rechazo de los votantes al del movimiento.
"Una reserva de oro que no puede tocarse no es una reserva de emergencia", dijo Hegglin en una rueda de prensa en Berna.
Se estima que el Banco Nacional Suizo necesitaría comprar unas 1.500 toneladas de oro para satisfacer los términos del referéndum, que establecen un mínimo de 20% del oro en el balance del BNS, hinchado a través de flexibilización cuantitativa para comprar euros y mantener el franco contra la débil divisa vecina en el mercado de divisas.