Guía sobre la plata

Usos industriales de la plata

La demanda industrial de plata

La plata tiene muchos usos industriales responsables de la mitad de la demanda anual global en los últimos cinco años.

Esto implica que el crecimiento económico puede afectar los precios de la plata mucho más de lo que afecta al oro. Solo un 10-15% de la demanda anual de oro proviene de su uso industrial, el resto se utiliza para joyería e inversión.

Gracias a las características físicas de la plata: fuerza, brillo, maleabilidad y ductilidad (puede ser aplastada o estirada en cualquier forma), se ha utilizado también en joyería, vajillas y artes plásticas durante miles de años. Las aplicaciones industriales se aprovechan de la conductividad de la plata (la mayor entre todos los elementos para electricidad y calor) así como de su sensibilidad a la luz y de sus propiedades antibacterianas.

Actualmente, la plata tiene un gran valor en las aleaciones y soldaduras, fabricación de baterías, la odontología, los recubrimientos de vidrio, chips LED, reactores nucleares, la fotografía, energía fotovoltaica (o solar), chips RFID (para el seguimiento de paquetes), semiconductores, pantallas táctiles, purificación de agua y conservantes de madera, entre muchos otros. Por su gran utilidad el Silver Institute lo denomina "el metal indispensable". 

Los mayores consumidores de metal para uso en aplicaciones industriales en la última década han sido Estados Unidos, Canadá, China, India, Japón, Corea del Sur, Alemania y Rusia. Durante ese periodo, la demanda de plata de las industrias más tradicionales se ha ido desvaneciendo pero ha conseguido ser reemplazada por los usos tecnológicos más modernos.

Cabe analizar brevemente los tres principales usos de la plata: la fotografía, la energía solar y la medicina y valorar cómo están cambiando gracias a las nuevas tecnologías.

Uso fotográfico de la plata

La fotografía solía generar la principal demanda de plata, al necesitar el nitrato de plata para crear cristales de haluro sensibles a la luz. Este sector abarca la fotografía, las artes gráficas y el sector de la radiografía (rayos X), tanto para la medicina como para la inspección de maquinaria pesada.

La demanda fotográfica de plata alcanzó su pico en 1999, cuando suponía el 25% de la fabricación total. El mercado audiovisual de Estados Unidos utilizó más de 93 millones de onzas ese año, más de una onza por cada diez vendidas a nivel mundial. Sin embargo, en los siguientes cinco años, la demanda fotográfica de plata cayó a un 20% de la demanda total y en 2013 era de tan solo un 9%.

La fotografía digital es la gran responsable de este declive en la demanda de plata. La fotografía utilizada para rayos X sigue siendo una gran consumidora de plata, pero la demanda fotográfica se ha contraído un 70% en peso desde su pico. 

Demanda fotovoltaica de la plata (energía solar)

La sensibilidad de la plata a la luz ha es de gran uso en la creciente industria fotovoltaica (o de energía solar). Al utilizar la plata como una tinta conductora, las células fotovoltaicas logran transformar la luz solar en electricidad.

El uso fotovoltaico de la plata tuvo un impacto por primera vez sobre la demanda en el año 2000, al tiempo que la industria fotográfica tradicional comenzaba su declive. Se consumieron un millón de onzas ese año. Esta cantidad no era ni una décima parte de la cantidad utilizada por la industria electrónica. En 2008 el sector fotovoltaico ya estaba consumiendo 19 millones de onzas al año, gracias a los subsidios gubernamentales que promovieron el crecimiento de la industria en Estados Unidos, Europa Occidental y, especialmente, China. 

La demanda fotovoltaica de plata explotó a partir de ahí, creciendo a una tasa anual del 50% y empezando a llenar el hueco dejado por la industria fotográfica en declive. Pero los subsidios empezaron a recortarse con la crisis y los precios de la plata se duplicaron hasta tocar casi los 50 $/oz (el récord histórico alcanzado en enero de 1980). La demanda industrial empezó entonces a caer y lo hizo durante tres años consecutivos.

Los precios más altos del metal provocaron la necesidad de usar menos plata en la producción de la misma cantidad de energía solar. Este ahorro de metal consiguió recortar en un 80% la cantidad de plata utilizada en una célula solar. Así que, a pesar de una subida general en la producción total de paneles solares, la demanda fotovoltaica estadounidense de plata ha caído en los últimos años. En Europa, los subsidios habían llevado a la superproducción y el exceso de capacidad en la industria tuvo como consecuencia la desaparición de muchas empresas de producción de células solares, afectadas también por China como importante competidor.

La plata y su uso en la medicina

De entre todos los elementos químicos, la plata tiene la acción antibacteriana más fuerte con la menor toxicidad en las células animales. Porque, al igual que otros metales preciosos más caros, interrumpe la habilidad de las células bacterianas de formar ciertos enlaces químicos esenciales para su supervivencia.

Al añadirla al agua, la plata suelta iones de plata. Estos iones también matan y previenen el crecimiento biológico, inhabilitando al metabolismo de gérmenes y dificultando la función de sus membranas.

Este gran valor de la plata no fue descubierto en este siglo. Los antiguos fenicios  descubrieron que podían mantener frescos el agua y otros líquidos al conservarlos en botellas revestidas en plata. 3000 años más tarde, los pioneros americanos prevenían la disentería, los resfriados y las gripes introduciendo monedas de plata en las botellas de leche. Los biocidas de  de plata se encuentran hoy en día en los sistemas de purificación de agua, catéteres, mobiliario de hospital y casi todo el instrumental en quirófano. La ionización cobre plata también ha sido aprobada como tratamiento primario para el control a largo plazo de la legionela en los sistemas de aire acondicionado.

El nitrato de plata se utilizó a finales del siglo XIX para curar a los recién nacidos de infecciones en los ojos y los doctores encontraron que las heridas se curaban antes con vendajes que contenían plata. El metal se utilizaba en suturas sobre heridas quirúrgicas y para curar úlceras con vendas con con contenido de plata, uso que sigue aplicándose en la actualidad. Estas vendas son especialmente efectivas para curar quemaduras.

Durante los años '20, Estados Unidos expidió más de tres millones de recetas para medicamentos con contenido en plata. Sin embargo, a causa de la introducción de la penicilina en los años '40, los antibióticos se convirtieron en el tratamiento estándar para las infecciones bacterianas e, inevitablemente, el uso de la plata en medicamentos pasó a un segundo plano. No obstante, nuevos avances científicos han seguido estudiando los beneficios de la plata en la industria médica.

La nanotecnología utiliza la plata como un antimicrobiano, reduciendo el metal a partículas medidas en milmillonésimas de metro. Esta nanoplata actúa como un catalizador para la oxidación, generando oxígeno del aire o del agua que destruye las membranas celulares de las bacterias unicelulares. Puesto que solo activa esta reacción, no contamina el entorno a su alrededor.

En resumen, hay mucho más en la historia de la plata que su uso como metal monetario o su interés para la industria de la joyería o la inversión. Los usos industriales y tecnológicos de la plata son responsables de más de la mitad de la demanda anual y esa demanda juega un papel importante y transformador en los precios del metal a largo plazo. 

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Nota: Todos los artículos aquí publicados tienen la función de informar y educar. Las tendencias de precio pasadas no garantizan un rendimiento a futuro. Si tiene alguna duda antes de invertir en cualquier activo, consulte con un experto en inversión y finanzas.