El misterio del oro de China
El juego de adivinar el tamaño de las reservas de oro de China no es nuevo.
Nosotros en BullionVault también hemos hecho nuestras apuestas señalando en muchas ocasiones cómo los datos publicados de la oferta y la demanda de China no cuadran.
La conclusión parece ser que la diferencia entre la oferta y la demanda china DEBE estar yendo al banco central, ¿no?
Eso es lo que la mayoría piensa. A pesar de que, si fuera cierto, significaría que el almacenamiento compulsivo de Pekín importa menos que nada a los precios globales, en torno a los 1180 $/oz actualmente.
Aun así, en el reciente Foro de Metales Preciosos organizado por Bloomberg, fue de lo que más se habló. Se partió de la propia tésis de Bloombergde que el politburó chino podría estar planeando el lanzamiento de un patrón oro si el FMI, controlado por Estados Unidos, no le da al yuan el respeto que se merece en la revisión de mitad de década sobre el sistema monetario que tendrá lugar en octubre.
Así que 'modernizando' cómo China se justifica para necesitar las enormes reservas de oro y empezando desde su anuncio de 2009 de 1054 toneladas, estimamos (nosotros y los analistas) que Pekín aloja ahora unas 3000 toneladas, igualando las reservas nacionales de Alemania.
O quizás Pekín tiene 5000 toneladas, quedando por detrás de las gigantescas 8000 toneladas de Estados Unidos.
A a lo mejor, tirando muy por lo alto, el Banco Popular Chino almacena 30.000 toneladas... una cifra que, aunque desorbitada y con tanto rumor sobre el oro de China, se está convirtiendo en un 'hecho' hasta para la propia China.
Por suerte el seminario de Bloomberg en la City también ofreció piezas de análisis muy útiles. Entre ellas y sobre China, Philip Klapwijk de Precious Metals Insight, demostró cómo entre 1200 y 1500 toneladas de oro están atadas al "shadow banking" y utilizadas como colateral para préstamos baratos.
Además, Klapwijk confirmó que los comerciantes chinos han estado exportando oro, desafiando así la estricta prohibición del país, al enviarlo como joyería sencilla y otros productos 'crudos', donde se vuelve a fundir para convertirlo en kilobars para el mercado de metales preciosos.
Este tipo de comercio experimentó un claro declive a principios de 2015, según la presentación de Klapwijk, seguramente a raíz de las nuevas y repentinas medidas anticorrupción de Pekín.
Así que, tal y como el banco australiano Macquarie apuntó hace unos meses, las exportaciones de oro oficiales declaradas por China de 750 toneladas en 2014 incluían las salidas de metal, pero no en la forma de lingotes de inversión (no cuando eran enviados) para confundir a los agentes de aduana chinos.
En nuestra opinión, estas exportaciones "de extranjis" se hacían a través de la categoría de joyería o artículos como gatos de la suerte dorados y otras figuritas.
Esta técnica fue muy utilizada en Reino Unido a finales de los '40 para las exportaciones no oficiales de oro, según explican desde el sitio GoldAvenue. El oro era catalogado de manera oficial como objetos 'artísticos' que, una vez exportados eran fundidos para la fabricación de lingotes de oro para su contrabando en India.