Ratio Dow/Oro: regreso a 2008
Por un lado tenemos al oro, un metal prácticamente inútil si no se tiene en cuenta su cualidad como refugio de valor, cuyo desempeño ha sido muy pobre durante el pasado año y parece que lo seguirá siendo a medida que nos aproximamos a 2014.
Por otro, la colección aleatoria de precios de acciones estadounidenses, que tras pasar por cálculos también aleatorios producen un índice poco vinculado con la economía estadounidense actual pero ampliamente utilizado.
Y es precisamente su constante uso como índice de referencia, lo que hace que el ratio Dow/Oro siga llamando nuestra atención. Y aquí lo tenemos, saltando a su nivel más alto desde el colapso de Lehman Brothers en 2008. Porque el Dow ahora está alcanzando nuevos máximos históricos mientras los precios del oro van en la dirección opuesta.
Repito, los componentes del índice en realidad importan menos que su notoriedad adquirida a lo largo de la historia. En términos de activos productivos, el oro creció 17 veces más en valor a medida que la deflación acercó la Gran Depresión a orillas estadounidenses. Creció todavía más y de manera más rápida a medida que la inflación azotó al país en los '80, multiplicándose por 28 en el pico de 1980.
Y desde el pico de la burbuja punto com alcanzado a principios de este milenio, el oro físico se volvió a convertir en un activo de valor, una vez más. Solo que esta vez, se estancó al multiplicarse por siete hasta septiembre de 2011. El oro ha retrocedido desde entonces: las acciones han subido, el oro ha bajado.
Ese ratio uno a uno sigue siendo el sueño de los buscadores de gangas. Con el Dow alcanzando nuevos máximos, este retroceso del oro podría ofrecer un nuevo puerto de entrada.