Lingotes falsos de oro-tungsteno
Juzgar la calidad en el mercado del oro es una cuestión clave...
Artículo de Adrian Ash - BullionVault
Es tan importante, que el mercado decidió tomar cartas en el asunto hace 250 años. Los bancos centrales, los usuarios a nivel industrial, los fabricante de joyas y las grandes instituciones financieras prefieren no correr el riesgo de estar expuestos a oro de calidad dudosa. En su lugar, utilizan el circuito Good Delivery - desarrollado desde mediados del siglo 18 en Londres, ciudad que entonces (igual que ahora) era el epicentro del comercio mundial de oro al por mayor- para garantizar que compran y venden sólo la mejor calidad de oro y plata.
Los lingotes Good Delivery de Londres pesan entre entre 350 y 450 onzas cada uno (un lingote de exactamente 400 onzas es raro). Estos lingotes Good Delivery son los utilizados por los distribuidores mayoristas de oro y plata. Las monedas, lingotes más pequeños y otras unidades de inversión al por menor suelen tener esta primera forma, antes de ser fundidos y transformados en piezas más pequeñas. Lo mismo sucede con los empastes dentales, el alambre para los micro-chips y otras piezas de uso industrial que representan un 15% de la demanda de oro cada año. Con respecto a la demanda de oro para la joyería, es importante destacar que aunque mucho de ese oro proviene del reciclaje de otras piezas, hay una gran parte que proviene de lingotes Good Delivery. Los lingotes Good Delivery son producidos por un reducido número de refinerías. Cada lingote es analizado y aprobado por la London Bullion Market Association (LBMA) y debe cumplir con normas estrictas con respecto al peso, forma y apariencia. (En la página de la LBMA se detallan las especificaciones generales) Como era de esperar, el escrutinio es exhaustivo y los criterios exigentes. Por eso, desde el día que se convierten en lingotes hasta que se extraen para su uso físico, los lingotes Good Delivery deben permanecer dentro de cámaras seguras de carácter profesional. Y en el momento que las abandonan, pierden su estatus y, por tanto, su valor (se estima que el valor inmediato perdido ronda el 6%) y los lingotes raramente vuelven a formar parte del circuito. Está en manos de la empresa de cámaras acorazadas el aceptar o rechazar lingotes como Good Delivery, sin importar los deseos del cliente; puesto que tiene una responsabilidad y una obligación para con el mercado. Lo que esto significa es que, dentro del circuito de cámaras (o bóvedas), los lingotes de Good Delivery circulan dentro de una "cadena de integridad".
Obtener el estatus Good Delivery no es fácil y ninguna refinería ni ninguna empresa de cámaras acorazadas querría perderlo una vez adquirido. Tampoco estarían dispuestos a pagar los gastos legales ni hacer frente a una acusación por fraude. Pero el mercado mayorista de lingotes Good Delivery goza de una regulación natural. El interés propio por parte de cada participante mantiene todo el mundo a salvo del fraude. Las falsificaciones, tal vez, circulen fuera del circuito Good Delivery, como la reciente historia de oro-tungsteno muestra. Pero es muy poco probable que ese metal se hiciera hueco en una cámara acreditada. Y en el raro caso de que ocurriera, los gastos serían asumidos por la refinería original o, si se presenta en una etapa posterior, la empresa de cámaras acorazadas que lo aceptó.
Esta es la razón por BullionVault y sus usuarios solo comercian con lingotes Good Delivery depositados en cámaras acreditadas Good Delivery. Lo mismo puede decirse de nuestros mejores competidores. El propietario del metal nunca se expone a cosas similares al supuesto fraude de los lingotes de 1kg de tungsteno-oro. Porque, en el casi improbable de que se descubriera que un lingote era de mala calidad, la empresa que lo introdujo en la cadena pagaría por el error.