Tapering del QE de la Fed: ¿"Quanticlímax" para los bajistas de oro y plata?
Por fin ha llegado el día.
Ben Bernanke, presidente del banco central de Estados Unidos, anunciará hoy el comienzo del fin de la flexibilización cuantitativa (quantitative easing) en la reunión mensual de la FOMC en Washington.
O al menos, eso es lo que todos piensan. Los precios del oro y la plata parecen estar de acuerdo, y cotizan a nuevos mínimos de semanas durante la mañana de hoy revirtiendo el patrón adoptado desde que se anunciara el QE en 2009 hasta su última ronda, hace justo un año. Bernanke dio a entender en junio que el fin del QE tendría lugar este mes. Los encargados de política monetaria han estado hablando de ello desde abril.
Estos dos meses han sido importantes para cualquiera que comercie con oro o plata. Pero observando la caída del 4% de esta semana, los traders deben preguntarse si el rumor es más grande que la realidad.
Siempre ha sido al revés cuando el QE crecía. Actuando en lo que se llamó "quanticipación", los precios del oro y de la plata tendían a subir antes de los anuncios de QE por parte de la FED (Q1, Q2, Q3). Y una vez que la decisión se comunicaba, volvían a caer para luego volver a seguir con su camino alcista a largo plazo.
Así que, ¿cuál es pronóstico para hoy? El objetivo del QE es la de exprimir activos que podrían ayudar a reactivar la economía o, al menos, hacen parecerlo. Así que desde mayo de 2009, en lo más profundo del colapso bancario post-Lehman Brothers, el programa de QE de la Fed ha creado y gastado alrededor de 2.735 billones de dólares. Eso es más que la suma total de todo el efectivo y ahorro de los hogares en circulación hace 25 años. Equivale a un dólar por cada cuatro en posesión de los ahorradores estadounidenses a día de hoy.
Esta marea de dinero se ha utilizado principalmente para comprar bonos del Tesoro estadounidense. El plan inicial era el de empujar hacia arriba el precio de las inversiones "libres de riesgo" gubernamentales, empujando hacia abajo el tipo de interés que ofrecen. De esta manera, los inversores podrían ser obligados a realizar apuestas más arriesgadas si querían obtener una beneficio decente. Los prestatarios podían así obtener préstamos a tasas más bajas, engrasando los mecanismos de la economía.
¿Funcionó?
La deuda del consumidor estadounidense es un 12% más baja que en su pico de finales de 2008, justo antes de que comenzara la primera ronda del QE. Esa caída ha estado dirigida por una caída en la deuda hipotecaria, a pesar de que una gran porción del efectivo electrónico de la Fed también está dedicándose a la compra de bonos respaldados con hipotecas, así como por deuda del Tesoro.
Mientras tanto, la deuda de Wall Street se ha contraído una quinta pate, mientras que los préstamos por parte de compañías no financieras han crecido, pero no por mucho si se tiene en cuenta la inflación. Lo que se ha disparado, por supuesto, es la bolsa, con el S&P alcanzando máximos históricos a medida que el QE se ha amontonado sobre más QE.
En cuanto a los tipos de interés, es evidente que no se han disparado. Al menos todavía. Pero llas rentabilidades de los bonos a 10 años, en lugar de caer como se había anunciado, han crecido durante el tiempo que duró el Q1 (del 2,42% al 3,85%). El comienzo del Q2 vio las rentabilidades de los bonos a 10 años crecer casi un 1%. Después de esto, los tipos de interés cayeron a mínimos históricos, dos meses antes del comienzo del QE3.
Así que el QE no hizo lo que se suponía que debía hacer, excepto por lo de hacer que la bolsa subiese. También falló en su intento de subir la tasa de inflación en los precios del consumidor, que la Fed esperaba que hiciera que el valor de la deuda cayera en términos reales.
¿Pero que hay de lo contrario a la deuda? El oro y la plata físicos son los activos más sensibles a la política monetaria. Concretamente, la gente compra plata y oro cuando teme que el valor del dinero caiga. El QE es simplemente una campaña para desviar el dinero del efectivo y de las inversiones de bajo riesgo al crear tantas de ellas (a su voluntad y de la nada), que su valor cae. Eso ha sido lo que ha impulsado las subidas de los últimos cinco años de las inversiones en oro y plata. Así que aunque ya se haya tenido en cuenta el tapering, reflejado en el desplome de 2013, el fin del QE empujaría los precios hacía abajo.
Pero recordemos: Bernanke todavía mantendrá encendida su impresora electrónica de billetes después de la rueda de prensa de hoy. La diferencia es que, en lugar de imprimir 85.000 millones de dólares por mes, la Reserva Federal creará y gastará unos 75.000 millones o quizás un poco menos. Y a partir de ahí, según se comenta, el resto de flexibilización cuantitativa será eliminado poco a poco, terminando, aunque no está claro, en 2014.
Este se tratará del primer recorte del programa mensual comenzado hace 12 meses. Pero los billones creados hasta ahora no serán destruidos. El dinero está aquí para quedarse, aunque esté atascado en la Fed donde se creó, en forma de excedente de reservas del sector bancario. Los "osos" (bajistas) del oro y la plata deberían vigilar sus stop-losses si ese efectivo se filtra hacia nuevos préstamos bancarios. Los tipos de interés a cero en el dinero a corto plazo también perdurarán. Y la agresiva flexibilización cuantitativa estará en el primer cajón de la gran caja de herramientas de la Fed, esperando a ser abierta y utilizada de nuevo en cualquier momento.
En resumen, el mayor banco central del mundo no ha terminado con su QE o con sus tipos de interés a cero todavía. El resto del mundo también está aplicando el mismo "remedio" para la larga crisis. No, la tasa de inflación no se ha disparado todavía pero sea cual sea el destino hoy para los precios del oro y de la plata, el valor del dinero sigue estando bajo el ataque de la misma gente que está encargada de defenderlo.