El pasajero portugués
Historia de un inversor inteligente
Artículo de BullionVault
Hoy, el primer ministro de Portugal Pedro Passos Coelho, ha afirmado en un artículo de opinión publicado en 'Financial Times' que, a pesar de la confianza en que Portugal se recuperará pronto de la crisis, existen "circunstancias ajenas al control del Gobierno" podrían afectar el plan de recuperación del país e impedir su retorno a los mercados de capitales en 2013. Junto con otros países de la Eurozona, Portugal ha sido afectado gravemente por la crisis de la deuda. Las palabras de su primer ministro sugieren que existe confianza en el plan de reformas pero que necesitará de ayuda externa, de socios internacionales, para asegurar su regreso a los mercados financieros.
La noticia de Portugal permite rescatar una historia que el fundador de BullionVault, Paul Tustain, redactó en 2006. Relata su experiencia en el país luso y su encuentro con un peculiar lugareño que invirtió en oro cuando los tiempos eran, como ahora, difíciles.
La historia dice así:
"Portugal es un país dotado de un bello paisaje y un estupendo clima, un marisco excelente (de lo mejor de Europa) y una historia y cultura ricas. Pero incluso un lugar tan adorable como Portugal, puede tener su porción de mala gestión, como se vio en 1979 cuando salía de un periodo de gobiernos de derechas y luego de izquierdas y con una economía hecha trizas y una altísima inflación.
Destino vacacional
A principio de los '80, yo era uno de los miles de europeos del norte que por fin podía viajar a la costa sur de Portugal y jugar al golf (o intentarlo) bajo el sol en cursos diseñados y vendidos por empresas extranjeras (del norte de Europa). Una semana de vacaciones en Portugal, con todo incluido, costaba lo mismo una cena de lujo para dos en un buen restaurante de Londres.
TAP, la aerolínea nacional portuguesa, había dejado de anunciarse a los empobrecidos portugueses y tenía puestas sus miras en el resto de Europa. Sus aviones traían manadas de extranjeros de Londres, Frankfurt, Estocolmo y París. No fue hasta mi quinto viaje que escuché a alguien hablar en portugués dentro del avión. Hasta a las azafatas les pareció raro esta circunstancia que convertía a un portugués en un avión portugués en todo un "forastero" a ojos del resto. Pero este portugués terminó siendo un entretenido compañero de viaje con el que charlé durante las 3 horas que duró el vuelo.
Proteger el capital
A principios de los '70, mi compañero de viaje era dueño de una cementera, pero no la más grande. Justo cuando su nerviosismo iba en aumento al observar el curso de la política nacional, tuvo la suerte de recibir una oferta de compra de una compañía mucho mayor. Dos años antes, ni siquiera habría considerado la oferta pero la situación había cambiado y vendió. Lejos de haberse convertido en una persona rica, tomó la decisión de alejarse del mundo empresarial por un tiempo y de proteger su capital, lo que le llevó a Suiza... y al oro.
Durante los siguientes ocho años, los activos portugueses experimentaron una caída libre mientras que el oro multiplicaba su poder de compra cada mes. Así que en 1979, cuando Portugal vislumbró los primeros rayos de luz tras la tormenta con un nuevo sistema democrático, mi compañero de viaje- el inversor inteligente- contaba con el capital suficiente para comprar el gigante que compró su empresa y prosperar en una nueva tierra de oportunidades.
Los desheredados
Me encontraba llenando el depósito del coche en una gasolinera y advertí que todos los coches que allí se encontraban eran de alquiler (o sea, de turistas como yo). Incluso las instrucciones que me dio la máquina fueron en inglés. Un poco más tarde, cuando conducía hacia el club de golf recuerdo haber mirado alrededor con una mezcla de vergüenza, simpatía y alivio, al ver varias camionetas que transportaban a portugueses de un edificio- de propiedad extranjera- a otro. Nunca olvidaré estas escenas, que bien podrían pertenecer a 'Las uvas de la ira'.
Ahora, veintidós años después, muchos de esos trabajadores que vi subidos en la camioneta deben de haber reconstruido su economía y seguramente serán propietarios de uno o varios coches y ellos también volarán ocasionalmente y se irán de vacaciones. Creo sinceramente que lo que ocurra en los próximos años*, también tendrá su salida y su resurgir. Mi punto es que un poco de visión e inteligencia, pueden salvarnos de mucho trabajo duro".
*Nota: recordemos que este artículo fue escrito en 2006.
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