Precios del oro y de la plata: Resumen de la semana (del 27/07 al 03/08/2012)
Una semana más el oro sigue con su patrón de altibajos. El metal amarillo lleva desde mayo con este desempeño.
Artículo de BullionVault
El PM Fix fijó el precio del oro en 1602 $ la onza, reflejando una caída semanal del 1 %.
El PM Fix de la plata la situó en 27,25 $ la onza lo que supone una caída con respecto a la semana pasada del 1,7 %.
Después de un inicio de semana bastante tranquilo, el oro cayó el miércoles, cuando se publicó el informe ADP que sorprendió positivamente con una creación de empleo en el sector privado estadounidense más fuerte de lo esperado. El oro siguió bajo presión durante el resto del día por el anuncio de la Fed de no implementar más estímulos.
El jueves, todas las esperanzas de los mercados estaban puestas en el presidente del BCE, Mario Draghi. No obstante, Draghi decepcionó al no dar detalles ni agregar explicaciones a las declaraciones que hizo la semana pasada sobre "hacer lo que fuera necesario" para salvar al euro. El precio del oro volvió a caer por debajo de los 1600 $ la onza y el euro también se debilitó con respecto al dólar.
El viernes, el oro cayó por tercer día consecutivo, aunque con un impacto menor y más corto, tras conocerse los datos publicados por el Departamento de Empleo en los que se muestra que la economía de EE. UU. creó 163.000 nuevos puestos de trabajo en el mes de julio.
Son tiempos difíciles para los responsables de política monetaria. El panorama económico general sigue siendo crudo. Esta semana los datos manufactureros de China mostraron que la economía del país asiático sigue ralentizándose y la economía de Europa contrayéndose. Es natural entonces pensar en la creación de estímulos pero tanto el BCE como la Fed tienen sus reservas. Desde el BCE, se espera que Draghi ponga todo su empeño en persuadir al Bundesbank alemán de que políticas como la compra de monos son necesarias y dentro del mandato del organismo. En la Fed, Ben Bernanke tratará de evitar anunciar nuevas medidas en las próximas dos reuniones previas a las elecciones presidenciales de noviembre, con el objetivo de resultar imparcial.
Pero todo depende de cómo siga evolucionando la situación económica. Si la presión se hace demasiado grande, se sospecha que tanto el BCE como la Fed harán todo lo que esté en sus manos para evitar un colapso sistemático, algo que se siente como una amenaza real en toda Europa.